Mira,
Te cuento una historia que igual te sirve… o al menos te divierte.
Cuando estaba en la universidad teníamos una materia que se llamaba “medios de comunicación” y quien fuera nuestro profesor en ese tiempo nos pidió que hiciéramos uso de nuestra creatividad para explicar un tema referente a la globalización.
Quien tuviese la mejor presentación se sacaba un 5 al final del semestre.
Bien.
Algunas personas sabían que el profesor (quien era un tipo muy seco y muy frío aparentemente) había hecho lo mismo el año anterior con otro grupo y se limitaron a buscar información para aplicar lo mismo y conseguir así la nota que esperaban.
Así que, el día de la presentación hubo todo menos lo que el profesor pidió, o sea cero creatividad.
Es decir, todo muy correcto, todo muy bien escrito, todo muy bonito pero al final…
Las mismas diapositivas aburridas de siempre,
Las mismas plantillas copiadas de un grupo a otro,
Lo mismo de lo mismo…
Bueno… si que hubo un grupo que se atrevió a hacer algo medianamente diferente, pero es que para ser sincera ya ni me acuerdo bien que fue lo que hicieron.
Que para que me entiendas ni frio ni calor, nada especial ni trascendental.
Mi grupo y yo sin embargo, (porque estábamos organizados en grupos de a tres) optamos por hacer las cosas un poco diferentes.
Adaptamos un cuento para niños muy famoso (pinocho) y una película muy famosa también (el señor de los anillos) y creamos un libro en papel para contar una historia divertida y cerro aburrida en torno a la globalización.
El cuento se llamó “Yominocho y la comunidad del anillo”.
Lo de “Yomi” fue porque uno de nuestros compañeros de clase (el más popular) se llamaba así.
El cuento tenia una portada en fomi súper cutre y con muchísimos errores de edición… y cualquiera pensaría pues esto así a quien le va a interesar.
Pero con todo y esos miles de errores, hicimos algo que hasta el día de hoy me sigue poniendo los pelos de gallina:Logramos que toda la clase y hasta el mismo profesor emocionados y sonriendo (y hasta con lagrimas en los ojos) se levantaran de sus asientos para aplaudirnos por más de cinco minutos.
¿Y porque causó este cuento tanta emoción?
Porque en el cuento involucramos a todos los alumnos de la clase (incluyendo al profesor) y resaltamos no sólo sus cosas buenas si no también aquellas que los hacían especiales,
Porque unos días antes de la presentación no pusimos a la tarea de tomarles fotos a cada uno de ellos, con la excusa de que queríamos tener un recuerdo, pero en realidad era para incluir sus fotos dentro del cuento.
Porque más allá de pensar en la nota final le dimos más importancia a ofrecer algo de valor y hacer algo diferente y divertido.
Porque creamos emoción y nos atrevimos a ser diferentes.
Porque hicimos de lo ordinario, algo extraordinario.
¿Algo que explicar de esta linda historia y que te pueda servir a ti?
Pues si, muchas cosas.
Querer ser igual a los demás… el mayor de tus fracasos
Querer hacer las cosas igual que los demás… el mayor de tus despropósitos.
Ahora,
¿Quieres ser aprender a ser tu misma y lograr ser así exitosa en la vida?
Pues primero comienza por escucharte, por conocerte y deja el miedo a mostrarte como realmente eres.