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Esto es para ti si te cuesta seguir técnicas y tácticas de productividad.

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Los que me conocen saben que yo no soy una persona precisamente disciplinada.

De hecho, soy una persona a la que le cuesta mucho organizarse y seguir técnicas de productividad.  

En serio, no es por darme palo, pero es que soy un completo desastre con esto de la gestión del tiempo. 

A ver,

Que por supuesto que intenté cambiar eso durante mucho tiempo. 

Durante muchos años si que quise convertirme en una de esas obsesas de la productividad, por lo que:

  • Me descargue al menos tres aplicaciones en mi celular con la intención de bloquear el acceso a las redes sociales cuando me sentara a trabajar en mi proyecto (que para no distraerme). El resultado era que no me servía de mucho, pues al final terminaba otra vez metida en Facebook. 
  • Intenté seguir la técnica Pomodoro (que consiste en que, por cada 25 minutos de trabajo, toca hacer una pausa de 5 minutos). La cuál desastre total. Por supuesto tampoco me funcionó. 
  • Compré cientos de agendas y de calendarios que para ir anotando todas mis actividades del día a día y para organizarme mucho mejor, y la triste verdad es que todos ellos están en un cajón acumulando polvo.

Bien.

Si no tienes problema con esto de las agendas y de las técnicas de productividad, te recomiendo que sigas adelante con lo que te funciona.

Pero si eres como yo y definitivamente eres un desastre a la hora de organizarte y de ser productiva con tu negocio/proyecto, te voy a contar mi secreto para ser productiva que no tiene nada que ver con técnicas ni con tácticas de ningún tipo.

Es súper sencillo. 

¿Lista?

Mi secreto es este: 

Sigo una rutina matinal.

Esa rutina matinal consiste en hacer lo siguiente:

Me levanto temprano (no tan temprano porque odio madrugar), me hago un café y me siento a trabajar en mi laptop mínimo por dos horas. 

A veces suele pasar que me demoró menos de dos horas o a veces puede que me demoré un poco más. Depende un poco de lo que tenga que hacer o de los acontecimientos que surjan en el día a día.

Pero bueno lo importante aquí, es que esta rutina de productividad me funciona por lo siguiente:

Las primeras horas del día me ayudan a concentrarme mucho mejor y me hacen sentirme mucho más enfocada. 

Mi menté está mucho más despejada. 

Además, no pierdo el tiempo haciendo ninguna de estas cosas:

No me pongo a ver videos por Facebook o por otras redes sociales,

No pierdo el tiempo hablando por WhatsApp,

Ni me pongo a ver Netflix, 

Simplemente me siento y me pongo a trabajar en lo que realmente me importa.

Si no tuviese el tiempo para hacer esto por la mañana, igual me pondría a trabajar en mi negocio por la noche y haría una rutina nocturna, porque sin duda mi negocio es algo que me importa y a lo que yo decido dedicarle el tiempo.

Bien, 

Mi consejo si eres poco disciplinada como yo: 

Diseña tu propia rutina y adáptala a tus verdaderas necesidades. 

Si en la mañana no puedes trabajar en tu proyecto por que durante el día tienes un trabajo nutricional (trabajo que no te gusta, pero te da para comer), entonces hazlo en la noche. 

Y ponte a trabajar por al menos dos horas evitando cualquier distracción posible. 

Eso te permitirá enfocarte y que seas capaz de concentrarte en cada tarea sin permitir que lo demás te distraiga. 

Si tu excusa es no tengo tiempo, llego cansada, 24 horas no me alcanza…. Pues tienes un problema. 

Y ese problema te lo quitas de en medio si aprendes de una vez por todas a identificar lo que es y no es importante en tu vida. 

Porque lo importante comprende no solo las actividades de tu día a día que tienen que ver con tu trabajo nutricional, tus quehaceres, tus deberes, si no que también tiene que ver con los objetivos que persigues y que podrían llevar a tu vida hacia la dirección que realmente deseas.  

Por otro lado, la clave para ser más productiva no es descargarte aplicaciones como loca ni comprarte cientos de agendas que al final del día vas a terminar acumulando, la clave está está en quitar de en medio lo que no funciona, lo que te crea trabajo innecesario y desde ahí, comenzar a hacer las cosas lo más sencillas posibles.

Es decir, aprender a simplificar tus procesos y por que no, tu vida misma.